20 cosas a las que NO debes ACOSTUMBRARTE durante estos días en casa

Vivimos una situación excepcional y poco a poco nos vamos acoplando a ella. Pero ten en cuenta que esto es solo algo temporal, juntos podemos, y hay algunas cosas a las que no debes acostumbrarte en casa.

ESCRITO POR NINA MATEOS / FUENTE: revistaad.es / Lectura: 6 minutos

Es tiempo de enamorarnos de nuestra casa más que nunca porque es en ella donde mejor podemos estar. El sentimiento generalizado es que muchas cosas van a cambiar –seamos positivos y esperemos que todo esto traiga algo bueno– empezando por nosotros mismos. Nuevos hábitos de consumo, nuevos ritmos sociales, nuevas formas de vivir y de relacionarnos… Este momento de introspección nos va a servir para aprender muchas cosas nuevas, pero también podemos caer en la tentación de adquirir algunos malos hábitos. Hemos reunido 20 cosas a las que no debes acostumbrarte cuando todo esto haya pasado. Apunta:

1. Pasar tanto tiempo en el sofá
Sí, es verdad que no hay mucho más que hacer y que te das tus sesiones de gimnasia online. Solo intentamos prevenir para cuando esto acabe, no te encariñes mucho con el sofá no vaya a ser que vuestra relación se alargue hasta cuando no tengas tanto tiempo.

2. Comer en la salita
Desayunar, comer y cenar en la mesa del comedor puede hacerse un poco repetitivo y por eso exploras nuevas vías que den un poco de emoción al día a día. ¡Livin la vida loca! Pero lo de comer en la mesita del sofá es algo excepcional, como la situación que estamos viviendo, ¡que no se alargue en el tiempo!

3. Antojos
Lo único para lo que estamos saliendo de casa es para ir al supermercado, y así seguirá siendo hasta nueva orden. Y no cada día, sino lo menos posible. Por eso cuando vamos nos dejamos llevar por nuestro «yo futuro» y pensamos qué me va a apetecer dentro de cinco días. De ahí que ahora más que nunca la lista de la compra esté llena de antojos con dudosas propiedades para tu cuerpo. Dile ok estos días, pero después vuelve a tu dieta normal.

4. Trabajar en zapatillas
Aunque las videoconferencias son nuestro pan de cada día, ¿quién te ve los pies? Nadie. De hecho está muy extendido lo de dejarse la parte de abajo del pijama y únicamente vestirse de diario de cintura para arriba para que no se note en la llamada. Cuidado, puedes levantarte en cualquier momento y que se descubra tu secreto. ¿No es mejor vestirse como un día normal para establecer unas rutinas?

5. Acostarte tarde (o demasiado pronto)
Es complicado mantener los mismos horarios de antes pero hay que intentarlo en la medida de lo posible.

VICUGO FOTO

6. Dormir hasta tarde (o madrugar demasiado)
En línea con el punto anterior, no se nos deben pegar las sábanas pero tampoco comenzar el día a una hora intempestiva que alargue demasiado la jornada. Mantén tus mismas rutinas y descansa, que esto es temporal.

7. Utilizar tanto el móvil
¿Por qué no hacemos una prueba? Coge tu smartphone y mira cuántas horas lo has utilizado en la última semana. Seguro que el tiempo de uso se ha multiplicado y esto empieza a preocuparnos. La solución, haz el ejercicio de abandonar tu móvil en el dormitorio al menos dos horas al día y tus ojos te lo agradecerán.

8. Contaminarte con exceso de información
Estamos siendo continuamente bombardeados por noticias, muchas de ellas de dudosa procedencia. Móviles, televisión, redes sociales, titulares… El alarmismo no es aconsejable para situaciones como la que estamos viviendo. No sobreexpongas tu cerebro a posibles fake news e intenta fiarte solo de informaciones oficiales.

9. Hacer todas las llamadas con video
Las videollamadas pueden ayudarnos en días de aislamiento porque nos aportan un poco de cercanía con nuestros seres queridos. Sin embargo, ¿es necesario vernos para establecer cualquier tipo de comunicación? Esperemos que cuando todo esto pase la fiebre por las videollamadas disminuya y no nos puedan pillar con nuestra peor cara en cualquier momento.

10. Cambiar la decoración cada semana
Nosotros, amantes de la decoradción, hemos visto en esta situación una buena ocasión para redistribuir algunos muebles y reorganizar estanterías. De hecho no lo hemos hecho solo una vez, ya llevamos por lo menos tres. Esperemos que todo esto no se convierta en TOC cuando volvamos a la vida normal.

© LUPE CLEMENTE

11. Obsesionarte con la limpieza
Nunca la casa ha estado tan limpia, NUNCA. Y, aunque esto solo puede ser algo positivo, no hay que enloquecer con este tema y convertirse en un obseso de la limpieza. Todo en su justa medida. Eso sí, es el momento perfecto para limpiar el tambor de la lavadora, quitar la cal de todo el baño, las fundas de los sofás, las cortinas… Y olvidarte durante un tiempo.

12. Cuidar/Regar en exceso las plantas
Las plantas están más contentas que nunca porque están recibiendo toda la atención. Pero no te pases, un exceso de mimo si se traduce en riego puede acabar con ellas. Ten en cuenta las necesidades de cada especie. Quizás solo necesitan que les cantes en vez de que las riegues.

13. Picar entre horas
Sabes a lo que me refiero, ¿verdad? Frutos secos, chocolate, edamame, hummus, yogures… ¿Dónde está el fin?

14. Ver demasiada televisión
De la pantalla del ordenador porque estás teletrabajando, a la del móvil para escribir a gente y a la de la televisión para seguir con el maratón de tu serie favorita. Vivimos pegados a una pantalla. Dosifica los capítulos, los tiempos y no te olvides de esa estantería llena de libros que necesitan tu atención.

15. Alargar las horas de trabajo
Es una de las principales consecuencias de los que dan sus primeros pasos en esto del teletrabajo. En su momento hablamos con auténticos expertos en la materia, pero queremos volver a recordar una de las claves para que tus horas laborales no se alarguen: no dejes para más tarde lo que puedas cerrar ya. Si pospones demasiado, la línea que separa el tiempo de ocio del tiempo de trabajo será cada vez más difusa.

© CARLA CAPDEVILA

16. Pesarte todas las mañanas
Si no estás siguiendo una rutina de entrenamiento en casa, es normal que estos días tu cuerpo lo note. Nos movemos mucho menos y por muchos metros que tenga tu casa, pasamos la mayor parte del tiempo sentados. Pero esto no implica que te peses absolutamente todos los días porque solo te va a provocar una cosa: obsesión.

17. Entrenar solo en casa
Sí que está bien hacer ejercicios puntuales y específicos en casa para mantenernos en forma. Ahora y siempre. Pero recuerda que los gimnasios y centros de entrenamiento tienen a profesionales que pueden ayudarte, resolver tus dudas y mejorar tus posturas cara a cara. Siempre será más seguro.

18. Tener tiempo para ¿todo?
Ojalá pudiésemos acostumbrarnos a esto pero en una situación habitual. Cuando volvamos a salir a la calle, notaremos ese cambio brusco y la falta de tiempo. Organiza tu día y mantenlo ocupado.

19. Asomarse a la ventana
Nuestras ansias de calle nos hacen vivir la vida contemplativa asomados a la ventana o al balcón. No tiene nada de malo acostumbrarse a esto, todo lo contratio, pero no te conviertas en el típico vecino fisgón cuando todo vuelva a la normalidad.

20. Salir poco de casa
Cuando la situación y las autoridades lo permitan, volveremos a llenar las terrazas y las calles de ruido. Juntos podemos con esto y nunca nos acostumbraremos a renunciar a nuestro estilo de vida.